viernes, 27 de agosto de 2010

Bienvenido Bob, mi amor

Onetti es complicado, te remueve y te interpela. También -te dicen- hay que entender su entorno en los '30 y '40, etc. De acuerdo, aunque a veces leés a alguien del siglo XVII y lo entendés perfectamente aunque no sepas lo que pasó en su entorno. Tal vez en Uruguay está interpretado según la uruguayez que aun padecemos o porque está muy cercano en el tiempo.

¿A qué viene todo esto? Bueno, porque leyendo el cuento Bienvenido, Bob considero que solamente en Tontovideo o Tontouruguay se puede insistir en que no hay una tensión erótica entre el narrador y Bob. Los argumentos en contra son atendibles aunque limitados: que es la envidia a la juventud de Bob y la venganza posterior al verlo más viejo o gastado como él era antes.

Otra: que Bob es el espejo de su hermana (Inés, casi inexistente en el relato), o que el cuento refleja su herida nacrcisista. Bien, de acuerdo también. Pero yo simplemente pongo a consideración algunos fragmentos del cuento -tal como hice con amistades que nunca lo habían leído- y les pregunto qué les sugiere. Por supuesto que dando por sentado que leerán todo el texto, si no, no vale.

Les adelanto que Bob es el hermano de la novia del narrador, personaje sin nombre que vive pendiente de él en todo el cuento, no de su novia. De ella nunca dice que la ama, sino que finalmente "siente la necesidad de casarse", necesidad inducida por el "rechazo-seducción" de Bob. La rivalidad que se da entre los dos hombres es el centro del cuento, en cambio el noviazgo con Inés no tiene casi importancia. Sin embargo Bob y el narrador tienen una carga emotiva muy fuerte.

"Casi siempre solo (Bob), escuchando jazz, la cara soñolienta, dichosa y pálida, moviendo apenas la cabeza para saludarme cuando yo pasaba, siguiéndome con los ojos tanto tiempo como yo me quedara, tanto tiempo como me fuera posible soportar su mirada azul detenida incansablemente en mi, deteniendo sin esfuerzo el intenso desprecio y la burla más suave". (...) 


"A veces me sentía fuerte y trataba de mirarlo, apoyaba la cara en una mano y fumaba encima de mi copa mirándolo sin pestañear, sin apartar la expresión de mi rostro que debía manterse frío, un poco melancólico. En aquel tiempo Bob era muy parecido a Inés, podía ver algo de ella en su cara a través del salón del club, y acaso alguna noche lo haya mirado como la miraba a ella". 

No pienso que sea un cuento gay, sino que tal vez haya que verlo dentro de la visión masculina de Onetti y su preferencia por lo andrógino. Es un cuento homoerótico. No se si él era consciente, pero para mí es obvio.

8 comentarios:

  1. Hoy me encuentro con este post y casi no me acuerdo de haberlo escrito... Ya me parecía que yo había pirado.

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  2. Elsa, este post es teoría literaria pura. ¡No lo borres!

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  3. Thank you Analiala, creí que esta pirando, porque la opinión generalizada que oí era todo lo contrario. Yo me remití a la letra, a lo que leí y lo que me sugirió. Fue eso lo que escribí, digan lo que digan.

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  4. Elsa, sería demasiado largo reproducir la charla que tuvimos pero, resumiendo, es lo que vos decís: lo que está escrito es lo que está escrito y no sé qué sentido tiene tratar de ir contra eso.

    Que está planteada una tensión erótica entre Bob y el narrador y que Inés es solamente un sucedáneo de Bob surge directamente de leer el texto y no hay vuelta. Después se puede empezar a analizar qué quiere decir esta tensión y a qué corresponde, en un plano más profundo.

    Eso está claro también en el pasaje que vos mencionabas en el taller (lástima que no puedo poner negritas para resaltar algunas palabras):

    "[...]Tocó una flor con un dedo, se sentó en el borde de la mesa y se puso a fumar mirando el florero, el sereno perfil puesto hacia mí, un poco inclinado, flojo y pensativo. Imprudentemente -yo estaba de pie recostado contra el piano- empujé con mi mano izquierda una tecla grave y quedé ya obligado a repetir el sonido cada tres segundos, mirándolo.

    Yo no tenía por él más que odio y un vergonzante respeto, y seguí hundiendo la tecla, clavándola con una cobarde ferocidad en el silencio de la casa, hasta que repentinamente quedé situado afuera, observando la escena como si estuviera en lo alto de la escalera o en la puerta, viéndolo y sintiéndolo a él, Bob, silencioso y ausente junto al hilo de humo de su cigarrillo que subía temblando; sintiéndome a mí, alto y rígido, un poco patético, un poco ridículo en la penumbra, golpeando cada tres exactos segundos la tecla grave con mi índice. Pensé entonces que no estaba haciendo sonar el piano por una incomprensible bravata, sino que lo estaba llamando; que la profunda nota que tenazmente hacía renacer mi dedo en el borde de cada última vibración era, al fin encontrada, la única palabra pordiosera con que podía pedir tolerancia y comprensión a su juventud implacable".

    Dejo el link a un audio cortito de una entrevista a Echevarren: http://autoresuruguayos.adinet.com.uy/juan-carlos-onetti/media/audio/critica-11Roberto-Echavarren.mp3

    Y aprovecho a recomendar toda la sección sobre Onetti en ese sitio: http://autoresuruguayos.adinet.com.uy/juan-carlos-onetti/

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  5. Querido Ludwig,
    Gracias por los aportes. Por varias razones es importante la parte que copiaste: por cómo logra transmitir la tensión muy fuerte de ese momento (siempre con Bob) y alguna de las palabras que usa que no me parecen inocentes.

    Gracias por el link de Echavarren, interesante.

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  6. Gracias a vos :). Qué bueno que te largaste a escribirlo. Habrá que conseguir el libro de Echevarren para tirárselo por la cabeza a tanto retrógrado que hay en la vuelta.

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  7. Gracias por el cuento, me gustó también el análisis y jugar a analizarlo por mi lado.
    Creo que con Analía y contigo tenemos un pasado común con los libros de Enid Blyton, Brontë y seguramente otros más de esa época.
    Últimamente leo mucho menos, pero tengo una lista de autores o títulos "must read". Este blog está aportando a esa lista.

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  8. Jana, ¡mandanos tu lista de must reads! No sé muy bien cuál va a ser el siguiente que lea. Le tengo ganas a uno de Ellroy.

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