sábado, 11 de diciembre de 2010

Policial nórdico 3 - Jo Nesbo

THE REDBREAST (Jo Nesbo)
Después comerme en inglés las 520 páginas del libro, hoy me enteré que está traducido al español.  No se si en Uruguay se encuentra, pero por lo menos existe.

El detective Harry Hole es más parecido a Sam Spade que a Wallander, pero con preocupaciones similares a las de Mankell y Stieg Larsson. Si bien en los dos úlimos autores las secuelas de la Segunda Guerra Mundial están presentes,        en El Petirrojo (The Red Breast) es el tema de ayer y de hoy.

El hoy tiene que ver con jóvenes soldados noruegos, ahora viejos, que fueron al frente ruso en 1942 para luchar contra los bolcheviques incorporándose a las Waffen SS y participando del sitio a Leningrado (para mi sorpresa allí también había australianos). La novela a veces nos lleva a las trincheras heladas en la URSS donde comenzamos a conocer a esos soldados, y luego en varios capítulos estamos en la Oslo de hoy.

Al igual que en Larsson y en Mankell, están presentes los neo-nazis actuales, que son tratados por Nesbo con igual desprecio que sus colegas suecos: aquí ningún nazi "de verdad", de la vieja guardia, ningún soldado de la Wafen SS se raparía ni andaría mostrando sus tatuajes con la esvástica, ni andaría por ahí disfrazado. Esos son idiotas a veces útiles para trabajos sucios, los verdaderos son invisibles y a veces están en el poder.  Más o menos así piensan en el libro los viejos noruegos que sobrevivieron al sitio a Leningrado

Es cierto lo del "trabajo sucio" de los skinheads,  o que sus actividades cuando están aburridos son el andar con un bate de baseball  buscando inmigrantes. Todo esto hace recordar bastante a El regreso del profesor de baile, de Mankell.

Pero en realidad lo que la novela nos quiere mostrar es una Noruega hipócrita,  pasiva durante la II Guerra, con políticos corruptos, con un rey despreciable para algunos noruegos, que se escapó al exilio y después volvió aclamado como si hubiera hecho algo positivo. Además,  se nos aclara especialmente que la resistencia a los nazis, que fue mínima durante la ocupación,  se magnificó por quienes escriben la historia oficial.

En este panorama, escrito de forma apasionante, los personajes se desenvuelven,  van y vienen junto a Harry Hole,  detective alcohólico y fumador, desordenado y emboscado, que no sabe bien qué pasa mientras nos cuenta una parte de la historia de Noruega.

"Yo tenía esperanzas de que el príncipe tirara un balde de agua fría sobre los llamados buenos noruegos, quienes habían estado sentados como espectadores pasivos durante cinco años sin levantar un dedo por ninguno de los dos bandos, esos que ahora gritan pidiendo venganza contra los traidores", piensa uno de los noruegos soldado de la Wafen SS una vez terminada la guerra..

También nos enteramos por medio de un detective austríaco, cuando Harry tiene que hacer un viaje a Viena, que "Austria es un país un poco particular. Aquí no celebramos el día que Hitler capituló, sino que celebramos el día que los aliados dejaron el país." (traducción libre mía).

Creo que tendremos más novela nórdica por bastante tiempo, por suerte.  Al pasado siempre hay alguien que lo trae para entender el presente.

Y para terminar, les cuento que cuando Harry se enamora, se enamora de verdad y  te lo creés. De duro y casi sin palabras, de golpe te sorprende contándote que se le sale el corazón y cómo se siente.

Ahora, me voy a leer algo de la historia de Noruega y de paso de Suecia. El odio de algunos noruegos a los rusos en la WW2, tenía que ver con el pacto Hitler-Stalin y también con el anticomunismo. Pero es más complicado, por supuesto que hay más cosas y vale la pena leerlas.

¡A no payar más EK, por favor!  Menos mal que este blog se llama Sin Rigor. Si alguien quiere aportar sus conocimietos, bienvenido/a sea.

 ElsaKito.

The Redbreast - El Petirrojo -  The Redstrupe

Arde Londres

Acabo de terminar de leer "The Buddha of Suburbia", de Hanif Kureishi. Pero qué linda novela. La compré hace dos años con mi prima Male en Buenos Aires; ella estaba fascinada con varios escritores de África y de Asia y yo me copé y le seguí la corriente. Male no lo leyó todavía pero a mí me gusta pensar que mi lectura fue un homenaje a ella. Male, como el protagonista, es actriz y, además de haber vivido en Londres por un año, siempre fue una enamorada de esa ciudad.

No es la primera vez que leo ficción sobre Londres. Hace un par de años leí "White Teeth", de Zadie Smith, y también hablaba de las relaciones ambiguas y enmarañadas y contradictorias entre la ciudad y sus habitantes, sobre todo los inmigrantes de las ex colonias y las generaciones que van naciendo de las diferentes mezcolanzas. Pero si bien "White Teeth" me gustó y si bien odié a Zadie Smith por haber escrito semejante novela a los 25 años (SÍ, VEINTICINCO), los personajes no lograron conmoverme tanto. Ni me reí sola a carcajadas, como me pasó con "The Buddha".

El protagonista se llama Karim y es hijo de un indio y una inglesa. Está ambientada en los 70 y es una historia de "coming of age". La ciudad se mete todo el tiempo en la novela. Lo increíble es que las descripciones de Londres, sobre todo de los suburbios, son implacables pero dignas. Más allá de la decadencia, de la ropa raída y los zapatos berretas, del desempleo y los trabajos de mierda, la gente no pierde su humanidad y las personas no son parte de la decoración.

Como decía, hay mucho humor, mucha ironía y mucho sarcasmo. Kureishi se burla de todos: de la clase media obrera, de los intelectuales pseudorrevolucionarios, de los artistas fascinados con lo étnico, de las contradicciones de los inmigrantes. Hay varios personajes entrañables a los que uno tiene ganas de abrazar, y siempre en medio de las situaciones más dramáticas o conmovedoras hay algo que te hace sonreir o directamente largar una carcajada (como, por ejemplo, una erección en pleno velorio). También se caga de risa con el sexo: a Karim le gustan las minas pero al principio de la novela se enamora de un flaco; hay crónicas de encuentros de toda índole en baños públicos o en las butacas de un teatro, y un menage à quatre que hace que todo se vaya a la mierda. Resumiendo: plis leanlón.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Mamífero insectívoro cubierto de púas


"La elegancia del erizo" fue el tercer libro de mi vida adulta que leí sin ninguna recomendación. Me lo mandó de regalo una profesora de un liceo en el que había trabajado en Francia y quedó ahí, en la biblioteca, juntando polvo por más de un año. Mis dos experiencias previas habían sido un desastre: una novela malísima de una uruguaya pseudoaristócrata que me pasó una amiga y un policial que me compré en un aeropuerto con un tono condescendiente insufrible. No tengo ni idea de por qué decidí jugármela por tercera vez (pero qué agallas, señores).

Leer esta novela sobre una portera autodidacta de un edificio de ricachones de París fue una sorpresa linda. No podía parar de leerla y la muy guacha me hacía llorar todo el tiempo. Me conectó con una parte de mi vida que tenía (bah, todavía tengo) bastante olvidada. Tiene que ver con la búsqueda de una sensibilidad artística e intelectual que, en mi caso, se dio entre los 16 y los 20 años. No sé, suena bastante pelotudo ahora que lo escribo, pero el libro me hizo volver a los 16, cuando aprendí casi todo lo que sé de pintura (que no es mucho, pero es lo que aprendí) vichando ediciones de Taschen en las librerías. O a los 18, cuando leí a Cortázar y me dio vuelta la cabeza lo de la cucharita que esconde miles de universos que nos negamos a aceptar.

El libro habla del encuentro de la portera arisca y una nena de doce años que planea suicidarse (la hija menor de una de las familias del edificio). Lo que tienen en común, además de la soledad, es esta sensibilidad especial que se manifiesta en un libro, una sinfonía o un momento cotidiano que, a la manera de la cucharita de Cortázar, sacude un poco la monotonía y habilita formas nuevas de percepción.

"La elegancia del erizo", como yo cuando tenía 19, es bastante pretenciosa. Falla en varios momentos y está llena de estereotipos. Pero todos estos problemas hacen que la novela sea más humana, más parecida a nosotros. Y que valga la pena leerla.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cortázar y Onetti

Esta foto va de regalo para archiduquelee por la nota que escribió sobre El perseguidor en el blog Club de Catadores. Saludos desde Sin Rigor. EK

martes, 23 de noviembre de 2010

El hombre de los círculos azules - Fred Vargas

Fred Vargas es una escritora francesa que descubrí hace poco, lamentablemente. Solamente leí este libro que me gustó muchísimo. Es un policial diferente que se desarrolla en París, donde el comisario Jean-Baptiste Adamsberg lleva adelante una investigación que comienza cuando alguien dibuja en diferentes puntos de la ciudad grandes círculos con tiza azul.

Desde el inicio Adamsberg llama la atención, por su forma de ser suave y por el caos de su cabeza que le lleva a rechazar los métodos de investigación habituales. El sabe que tiene que esperar que algo venga, que algo se le ordene en su interior. Mientras, dice "no sé", "aun no lo sé", lo que puede llegar a exasperar a su colaborador Danglard. Como se conoce a sí mismo, se apoya en quienes tienen otra forma de investigar, los respeta y los oye, pero él está sumido en sus sensaciones y deja que éstas fluyan mientras nosotros, o al menos yo, lo acompaño encantada. Es que el pobre no puede andar diciendo a cada rato lo que tiene en la cabeza, que unas veces es nada y otras una serie de intuiciones sin pruebas de ningún tipo.

Casi al final, antes de ir a la comisaría para darle punto final a la investigación, Jean-Baptiste nos entretiene con su fastidio sobre la ropa. Y lo copio por una razón: yo muchas veces me siento igual.

"Lo que me gustaría es encontrar un atuendo universal. Entonces compraría treinta ejemplares y ya no tendría que preocuparme del problema de la ropa hasta el fin de mis días. Cuando le expliqué eso a mi hermana, lanzó un grito. La sola idea de un atuendo universal le espanta.

Me gustaría encontrar un atuendo universal para no tener que preocuparme por eso."


Y un poco más adelante, ya en el trabajo, se sienta a coser el bajo del pantalón, tarea que realiza muy bien mientras Danglard lo observa.

Los otros personajes son todos interesantes. Mathilde con sus pequeños "ataques metafísicos", el ciego Charles (tan hermoso que llama la atención), la vieja Clémence, el amor o amores del comisario, etc. @ElsaKito

Título original: L'homme aux cercles bleus
Ediciones Siruela

lunes, 15 de noviembre de 2010

Un arma en casa

Tenía pendiente a Nadine Gordimer y compré Un arma en casa en la librería de Piriápolis: "Lleve 3 por $250". La leí el fin de semana y me quedé dándole vueltas a la novela, pensando por qué no me había atrapado como yo quería que lo hiciera. Pensamiento bobo si los hay. Me gustó y no tanto. Es lo que puedo decir sin mucha explicación.

En la Sudáfrica post-apartheid los protagonistas son una pareja de profesionales de clase media, su hijo arquitecto y un abogado, negro. El motor de la historia arranca cuando un amigo del hijo, mensajero de males (¡Adivino de males!,dirían en la Ilíada) les avisa que el arquitecto mató de un balazo en la cabeza a otro amigo. "Algo terrible ha pasado", y eso da pie a una larga reflexión de Gordimer sobre la sociedad sudafricana, la violencia de todos los días vista con indiferencia en la tele (¿parecido a Uruguay?) y como la vivís cuando de golpe se te instala en tu casa. La vida aletargada de la pareja cambia para siempre mientras tratan de comprender, durante todo el libro, por qué su hijo pudo llegar a matar.

Ellos reflexionan, van descubirendo cómo era la vida de ese hijo con el cual tenían una relación lejana aunque no se dieran cuenta: en realidad no sabían nada.  Contratan a un abogado negro muy competente, lo que pone más interesante la historia. Con estos componentes la novela se mete en la realidad política del país inmediatamente después de las elecciones que finalizaron con el apartheid y  con los efectos que éste tuvo en las personas, blancas y negras.

Tiene momentos muy interesantes, por ejemplo cuando la pareja es invitada a una cena en la casa del abogado. Allí se encuentran con una familia extendida donde no se sabe bien quién es quien, sin protocolos, muy diferente a la de ellos. Los comentarios de la pareja sobre el abogado y los pensamientos del abogado sobre la pareja, también son ilustrativos. Tal vez el libro tiene demasiada disertación moral, que se repite, o un distanciamiento que no logró entusiasmarme totalmente. No lo sé, pero igualmente se los recomiendo. @ElsaKito

sábado, 13 de noviembre de 2010

Flower power


Bueno, es un hecho. No tengo personalidad. @ElsaKito me dice que pare de estudiar y escriba algo y acá estoy, cumpliendo con sus órdenes.

El jueves de noche terminé "Desayuno en Tiffany's", apagué la luz y cerré los ojos. Varios minutos y diez mil vueltas en la cama más tarde prendí la portátil y volví a a agarrar el libro. En mi edición venían tres cuentos de yapa y, si bien suelo dispararles a los cuentos, decidí tentar al sueño con algunas líneas de "House of Flowers" (el cuento que sigue. Sí, lo leí en inglés también, pero Capote es claro y no es un suicidio leerlo en el idioma original).

Lo de mi fobia a los cuentos viene por la menos noble de las razones: se me cae un huevo. Entre diez cuentos de quince páginas y un ladrillo de 1000 no lo dudo un segundo: me agota el esfuerzo de ubicarme en el contexto, la situación y los personajes varias veces en un mismo libro. Prefiero conocer la historia, la época y el oscuro pasado de los protagonistas de una buena vez y dejar pasar las páginas sin preocuparme por entender si el narrador es omnisciente, de salud mental dudosa o un asesino serial.

Cuestión que me quemó un poco la cabeza que hubiese TRES cuentos después de la historia de Holly y Truman (además de vaga soy estructuradita y esto de una nouvelle y algunos relatos extra no es para mí). No daba dos mangos cuando, anestesiada por el insomnio, empecé a leer este cuento que, oh sorpresa, se desarrollaba en Haití. Y ahí pasó. No pude parar hasta terminarlo. Ta, no es muy largo, pero generalmente en ese estado y a esa hora soy incapaz de concentrarme en más de tres palabras seguidas. No sé, capaz que lo leo de vuelta y no me mueve ni un pelo pero me sentí totalmente atrapada por el virtuosismo del escritor, por su técnica maravillosa. Como cuando hace poco, en un ataque de nostalgia, miré a Nadia Comaneci en YouTube y me quedé con la boca abierta por un rato.

Generalmente la técnica me importa tres pepinos: busco una historia que me conmueva y poco más. Cuando tenía catorce años mi profesora de literatura me habló de la perfección de "A la deriva". ¿Y a mí qué carajo me importaba si lo único que quería era llorar con una buena historia de amor y revolución? (Sí, adivinaron, tenía 14 y leía a Isabel Allende). El jueves, diecisiete años después, entendí de lo que me estaba hablando.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Policial nórdico 2 - Asa Larsson

Asa Larsson

A Sam Spade y a Marlowe lo peor que les podía pasar en California era morirse de calor o empaparse con la lluvia. En el Artico, si meás a la intemperie hacés una escultura y si se vuela tu gorro se te congelan las orejas y tal vez te las corten. Pero no todo es tan horrible, la autora te transmite también el enorme placer que se siente al revolcarse en la nieve, jugando.

Leí tres libros de la sueca Asa Larsson: Aurora Boreal (Seix Barral), The Blood Split (Sangre Derramada, Random House) y The Black Path. No se qué título en español le pondrán al último, tal vez algo así como Sendero Oscuro  o El Camino Negro. Asa no tiene parentesco con el autor de Millenium, Stieg Larsson.

En los tres son protagonistas la abogada Rebecka Martinsson y la peculiar policía Ana-María Mella. Tengo entendido que hay dos más con los mismos personajes, pero aun no los encuentro. Se agradece información.

Todos me gustaron y los leí de un tirón. Perdón, de un tirón no; suspendí la lectura para ver cómo era Kiruna, al Norte de Suecia, las casas, fotos de la aurora boreal, información sobre los Sami, sobre los lobos y los ríos helados con sus trineos. Una vez hecho esto, seguí con la lectura sin parar.

¿Por qué me gustaron? Porque en estos libros, además de estar bien escritos, los personajes son diferentes a los habituales del género. Una policía con varias responsabilidades caseras y muchos hijos. Ropa, cocina, lavados, desorden, poca ayuda, etc. Reconocible y cercana. La abogada, Rebecka, abusada de joven, insegura pero también fuerte aunque tal vez no se de cuenta. El resto, también es interesante: hombres y mujeres que viven en una zona helada, que son menospreciados por los suecos del Sur. Aprendemos que el término "lapones" con el que se denominaba a los indígenas de la zona tiene un significado peyorativo (mendigo, inculto, tonto). Ellos siempre se denominaron Sami, y ahora es así cómo se los nombra oficialmente.

Los dos primeros títulos tienen mucho que ver con comunidades religiosas y es llamativo para una uruguaya descubrir que recién por la década de los '90 del siglo pasado la iglesia sueca (luterana) comenzó a ser separada del Estado. Rebecka trabaja en Estocolmo y vuelve a su Kiruna natal porque asesinaron en la iglesia a un pastor, hermano de una amiga. Mientras se prepara para aterrizar ya nos muestra un poco de lo que vendrá: "Mi ciudad, pensó, con una extraña combinación de nostalgia, alegría, ira y miedo al volverla a ver".

La trama es compleja y los personajes también, ninguno es lineal. Hay corrupción económica y de las otras en esas iglesias cerradas como sectas y además, entendemos por qué es así. O sea, que aprendemos un poco de historia contemporánea. Al menos yo, que del Norte de Suecia no sabía nada. En algunos capítulos del segundo título los personajes son una loba (Yellow Legs) y su manada, que acompañan las idas y venidas de esa comunidad de seres humanos, tan complicada como todas.

Finalmente, The Black Path deja de meterse con la iglesia para entrar en los grandes negocios e inversiones en Africa, con unos personajes inolvidables: Kallis y dos bellísimos hermanos, sus empleados, un hombre y una mujer. Desde el comienzo, ella aparece muerta en una especie de cabaña. La encuentra un pescador que sale de la suya a orinar (esas cajas que usan para pescar, haciendo un hoyo en el hielo), hace pis y el arco que produce se congela inmediatamente en el aire mientras a su cabaña se la lleva el viento. Cuando se refugia en otra, encuentra a la muerta: "Sus ojos estaban muy abiertos y se habían congelado, por lo tanto estaban completamente blancos, como un vidrio opaco”.   EK

martes, 2 de noviembre de 2010

Las chicas B: Emilia


Tenía "Cumbres borrascosas" en la mira desde hacía varios años. La primera vez que leí algo fue en la prueba de ingreso de traductorado (un fragmento re cortito) y no entendí mucho qué carajo estaba pasando (era una de las primeras escenas, en las que el fantasma de Cathy trata de entrar a la casa y termina con el brazo cortado). Después, en clase, Lindsay nos contó la historia. Yo me esperaba algo bastante lineal y un final feliz pero la cosa se complicaba: había amores no consumados, una cobarde, un tirano medio sádico, incesto, muertes, fantasmas, maldiciones transmitidas de generación en generación.

Cuestión que, con el cholulismo que me caracteriza, me lo compré en inglés. Y en las primeras 50 páginas no entendí un sorete. Entre el dialecto del mayordomo (bueno, no es mayordomo... es el "sirviente"), la historia que va para adelante y para atrás, los fantasmas que están pero no están... un lío, che. Igual seguí y cuando más o menos entendí de qué venía la cosa me re copé. Me gusta que la historia de amor sea retorcida y complicada y mezcle vivos y muertos, camas y tumbas. Me gusta que los personajes sean moralmente ambiguos, que sea todo complicado, que haya miles de cosas que no cierran, que todo sea tan inexorable y que los personajes estén tan jodidos desde el vamos. Todo esto y mucho más en cuadradito mínimo de pasto, en un fragmento de campo totalmente agobiante y del que no parece haber mucha salida posible.

No sé por qué me atrae tanto este argumento truculento y claustrofóbico. Quizás el hecho de que sea tan difícil de clasificar, tan complejo, tan irreductible. No termino de creerme lo de la historia de amor. Me parece que es una mentirita, una excusa de la que se agarra Emilia para liberar a semejante séquito de monstruos, gárgolas y arpías. Increíblemente humano, por supuesto.

martes, 19 de octubre de 2010

New York, New York

Como estoy estudiando para unos exámenes malditos que doy en un mes mi ritmo de lectura se fue al carajo. Ahora agarré Desayuno en Tiffany's (regalo de cumple de mi papá) y sólo he podido dedicarle los diez minutos que tardo en cerrar los ojos cuando caigo hecha paté en la cama. Voy por las primeras 30 páginas y me hace acordar un cacho a Salinger. No sé, me encontré un par de veces la palabra "phony" (la tuve que buscar en el diccionario; quiere decir "falso, farsante") y pensé enseguida en Holden y los Glass.

lunes, 18 de octubre de 2010

Policial nórdico

Aquí va, a pedido de Analiala allá por el mes de Julio. Aunque ya está muy comentado por todos lados, voy a empezar por Mankell, que fue el primero que agarré.  Luego seguiré con otros leídos y por leer.
De Mankell leí 12. Como todos los otros policiales suecos o noruegos que leí posteriormente, son novelas de denuncia sobre sus sociedades. Según este autor, el discurso oficial del gobierno sueco ha colado fuerte en  la población, que lo replica y así es la imagen que mayormente se tiene de Suecia en el exterior. Los leí casi sin parar por el placer de conocer más del país  al mismo tiempo que me atrapaba la trama. Así me entero del grado de rechazo a los refugiados e inmigrantes acompañado de un resurgimiento de skinheads. Pero, estos últimos serían solamente una cresta tonta de algo mucho más profundo que existe desde la Segunda Guerra Mundial: un ejército sueco preparado para recibir con un abrazo a los nazis, que la neutralidad no fue tanta y todo explota con el asesinato del primer ministro Olof Palme y de la ministra de relaciones exteriores Ana Lindh. También se ocupa, al mismo tiempo que critica al racismo y la xenofobia, de mostrar la permeabilidad de las fronteras suecas por donde entra droga, "mafias del Este", trata, etc.

En El retorno del profesor de baile, un personaje dice:  "Este país, por ejemplo, o Europa misma, está a punto de estallar en mil pedazos por dentro a causa de su desprecio por la debilidad, por el furor contra los refugiados, por el racismo. Por todas partes lo veo y me pregunto si, en el fondo,  tenemos capacidad para oponer la resistencia necesaria".

En El hombre inquieto tenemos de fondo histórico a la antigua Alemania Oriental con sus servicios secretos y la CIA. Es apasionante leer sobre aquellos submarinos "rusos" que se habían visto en el Báltico y que fueron denunciados en la prensa internacional como soviéticos, de los que después no se supo más nada. ¿Se acuerdan? En este libro, donde se despide de su personaje Wallander, podemos leer:  "Nadie quería conocer la verdad que Wallander creía haber encontrado. Pensó en los soldados suecos enviados a Afganistán.  Eso jamás habría sucedido de no haberlo impuesto como exigencia los norteamericanos. No lo hicieron abiertamente, sino de forma tan solapada como sus submarinos, que con el beneplácito de la marina y los políticos suecos, se ocultaron en  nuestras aguas a principios de los '80".

Me gustó, me interesó el tema. Pero la encontré muy reiterativa en relación a las quejas de Wallander sobre la vejez. Una y otra vez lo mismo, casi con las mismas palabras. En la mitad del libro, cuando llegaba el lamento daban ganas de leer en diagonal para seguir con la trama de los submarinos.

En otras se mete a fondo con la violencia hacia las mujeres, con la trata, y en El cortafuegos utiliza un hacker para que lo ayude en la investigación. No fue solamennte Larsson.

Mis preferidas son Los perros de Riga y El chino. Los perros tiene un ritmo muy rápido y te mete dentro de Letonia, un mundo desconocido para mí. Sumamente interesante, con un Wallander dudoso (como siempre), valiente y desobediente. Hasta tiene que cagar de apuro en una papelera y agarrar unos papeles de una carpeta. Muy humano.

El chino es magnífica. Un recorrido fascinante por China, EEUU y Suecia,  sin Wallander pero no importa. Comienza con sus personajes en China a fines del Siglo XIX con la presencia occidental, el tráfico de miles de chinos para trabajar en EEUU, nuevamente en la China de Mao, Londres, etc. El tráfico y el maltrato en EEUU tiene sus consecuencias que llegan hasta la Suecia de hoy. La trama policial te atrapa y no te larga mientras hacés ese paseo por la historia. Esa es la gracia del libro. @ElsaKito

(Continuará.con Äsa Larsson)

domingo, 26 de septiembre de 2010

Érase una vez Ernesto


Cada vez que viajo trato de traerme todos los libros que puedo, porque son mucho más baratos que en Uruguay y porque puedo conseguir cosas en inglés y en francés. Esta vez estoy bastante cargada. Cuando llegué me compré dos en el aeropuerto (un policial de Fred Vargas y otro de Amélie Nothomb) y cubrí la cuota permitida por mi valija. Hasta que me encontré con una edición de bolsillo de la Historia del arte de Gombrich a 15 euros.

Hace años mi prima Male me habló del libro por primera vez y hace bastante que le tengo ganas. Male se lo compró sin conocerlo por una nota que leyó un domingo en el diario a propósitio de una reedición. Ahí citaban la introducción, en la que Gombrich dice que no le interesa hablar con palabras difíciles para legitimar su erudición y que se propone escribir una historia del arte didáctica y simple. Ya desde ahí me cayó simpático el ejercicio. Y aunque tengo la sensación de que estoy actuando como una señora paqueta tratando de comprarse un poco de cultura, me da pila de ganas de que alguien me cuente este cuentito antes de irme a dormir.

Me da ternurita esta visión del arte un poco políticamente incorrecta y relativista cultural. El libro fue escrito en los sesenta y se nota. Gombrich se toma el trabajo de explicar que no todo tiene que ser "lindo" y llena de comillas la palabra "primitivo". Me molestó un poco, justamente, que en la primera parte intentara explicar la función mágica del arte con ejemplos medio bobotes sin hacer alusión al primitivismo de las religiones contemporáneas. Por ahora voy por Grecia y se lee como una novela.

martes, 31 de agosto de 2010

Richard Ford

Retomé la lectura de "The lay of the land", de Richard Ford.

En verano había terminado los libros que me había llevado para afuera (al menos los que tenía ganas de leer) y agarré uno prestado medio al voleo. Resultó ser "The lay of the land". Leí algunas páginas e interrumpí la lectura por dos motivos: i) estaba demasiado en plan vacaciones y me dio pereza leer en inglés y ii) me enteré de que era el último de una trilogía y me pareció razonable tratar de empezar por el principio. Igual creo que el motivo más fuerte fue la pereza, como siempre.

A la vuelta de las vacaciones el libro quedó con su dueño y, unos días después, me regalaron "El periodista deportivo", el primero de la trilogía. Empecé a leerlo y me enganché enseguida con la historia del periodista, ex-escritor-de-vuelta-de-todo que te enseña cómo es la vida con cuatro frases geniales.

Lo que no me terminaba de cerrar era que el protagonista "recién" estaba por cumplir 39 años. ¿Qué puede saber uno de la vida a esas alturas?! (Bueno, está bien... un poco, pero a veces es más reconfortante pensar que el futuro nos va a dar la oportunidad de descartar la puerta que esconde al chancho y finalmente nos vamos a quedar con el televisor color, aunque sea mentira).

El libro me mantuvo muy enganchado durante los dos primeros tercios. Ya cerca del final se me empezó a hacer un poco cuesta arriba la reiteración de "los desencantos inevitables, la corrosión de las ambiciones, el aprendizaje de los placeres mínimos que permiten sobrevivir", como dice la contratapa de la edición de Anagrama. ¿Quién quiere dejar de aspirar a los placeres máximos?! En todo caso, como probablemente ya quedó claro, seguramente es más un problema mío que del libro (bueno, al final de cuentas esto es leyendo sin rigor...).

Ya importándome menos el hecho de saltearme el libro del medio ("Día de la independencia"), hace unos días volví a pedir prestado "The lay of the land" y, finalmente, ayer decidí meterme nuevamente con Frank Bascombe, ahora con 55 años y reconvertido en agente inmobiliario, que se recupera de una operación de próstata, se consuela con saber que tiene aún menos oportunidades para cagarla en la vida y se prepara para pasar el día de acción de gracias con su primera esposa y sus hijos. Ya les contaré...

viernes, 27 de agosto de 2010

Bienvenido Bob, mi amor

Onetti es complicado, te remueve y te interpela. También -te dicen- hay que entender su entorno en los '30 y '40, etc. De acuerdo, aunque a veces leés a alguien del siglo XVII y lo entendés perfectamente aunque no sepas lo que pasó en su entorno. Tal vez en Uruguay está interpretado según la uruguayez que aun padecemos o porque está muy cercano en el tiempo.

¿A qué viene todo esto? Bueno, porque leyendo el cuento Bienvenido, Bob considero que solamente en Tontovideo o Tontouruguay se puede insistir en que no hay una tensión erótica entre el narrador y Bob. Los argumentos en contra son atendibles aunque limitados: que es la envidia a la juventud de Bob y la venganza posterior al verlo más viejo o gastado como él era antes.

Otra: que Bob es el espejo de su hermana (Inés, casi inexistente en el relato), o que el cuento refleja su herida nacrcisista. Bien, de acuerdo también. Pero yo simplemente pongo a consideración algunos fragmentos del cuento -tal como hice con amistades que nunca lo habían leído- y les pregunto qué les sugiere. Por supuesto que dando por sentado que leerán todo el texto, si no, no vale.

Les adelanto que Bob es el hermano de la novia del narrador, personaje sin nombre que vive pendiente de él en todo el cuento, no de su novia. De ella nunca dice que la ama, sino que finalmente "siente la necesidad de casarse", necesidad inducida por el "rechazo-seducción" de Bob. La rivalidad que se da entre los dos hombres es el centro del cuento, en cambio el noviazgo con Inés no tiene casi importancia. Sin embargo Bob y el narrador tienen una carga emotiva muy fuerte.

"Casi siempre solo (Bob), escuchando jazz, la cara soñolienta, dichosa y pálida, moviendo apenas la cabeza para saludarme cuando yo pasaba, siguiéndome con los ojos tanto tiempo como yo me quedara, tanto tiempo como me fuera posible soportar su mirada azul detenida incansablemente en mi, deteniendo sin esfuerzo el intenso desprecio y la burla más suave". (...) 


"A veces me sentía fuerte y trataba de mirarlo, apoyaba la cara en una mano y fumaba encima de mi copa mirándolo sin pestañear, sin apartar la expresión de mi rostro que debía manterse frío, un poco melancólico. En aquel tiempo Bob era muy parecido a Inés, podía ver algo de ella en su cara a través del salón del club, y acaso alguna noche lo haya mirado como la miraba a ella". 

No pienso que sea un cuento gay, sino que tal vez haya que verlo dentro de la visión masculina de Onetti y su preferencia por lo andrógino. Es un cuento homoerótico. No se si él era consciente, pero para mí es obvio.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las chicas B: Carlota


El primer libro que leí de las hermanas Brontë fue Jane Eyre. Teníamos que leerlo porque en clase íbamos a estudiar Wide Sargaso Sea, de Jean Rhys.

Cuestión que estaba de viaje, encontré una versión potable y barata de Jane Eyre y le entré. Voy a decir una barbaridad, pero enseguida me teletransporté a mi infancia, a la época en que leía cuanta novela de Enid Blyton hubiera por ahí. No pude parar hasta terminarla (y eso que estaba de viaje y que tenía que pasear y cumplir con mis obligaciones de turista). Creo que ya lo dije por acá, pero este disfrute me parece un mérito en sí mismo y hace que valga la pena leer la novela: la lectura de las aventuras de Jane fue deliciosamene adictiva y me generó esa desesperación alucinante por terminarla queriendo, al mismo tiempo, que no se acabara nunca.

Pero en un punto no dejaba de ser la historia de una huerfanita adoptada por una familia malvada, que huye para trabajar como institutriz y que, predeciblemente, termina enamorándose del señor de la casa. Tuve varias discusiones con Elsa y, en clase, con Lindsay sobre esto. ¿Cuál es la diferencia entre Jane Eyre y un culebrón lleno de estereotipos? La respuesta es, como podría esperarse, un poco de perspectiva histórica: por primera vez en una novela un personaje femenino aparece como sujeto independiente, con una visión del mundo y un proyecto personal propio. Por supuesto, entiendo esta argumentación y no soy tan idiota como para pensar que todos los críticos y académicos se equivocan y que yo tengo razón. Pero me gusta leer las novelas como si fueran contemporáneas (de nuevo, cuando es por puro placer y no cuando estoy estudiando) y busco que sea la escritura misma, o la anécdota, la que me parta la cabeza (algo parecido me pasa con Jane Austin pero este post ya está quedando bastante largo as it is).

Ojo, no todo es lineal en Jane Eyre: hay un personaje súper complejo y moralmente ambiguo que, en la novela, es TODO: Rochester. El hijo de puta tiene a una mina encerrada en el ático por años como el peor de los torturadores, sin el más mínimo remordimiento. Leí la novela hace tres años y no tengo la anécdota tan clara en mi cabeza pero, si mal no recuerdo, su peor pecado es estar todavía casado y haberle mentido a Jane, y no el detallecito del cautiverio de la "loca" en su conveniente cárcel personal. Esta parte es como un agujero negro increíble en la novela, algo que no cierra y que, en mi humilde opinión, la redime. Y habilita que salgan maravillas como Wide Sargasso Sea.

Ta, quería hablar también de Cumbres Borrascosas pero me estoy zarpando. La sigo después.

jueves, 19 de agosto de 2010

Libros sobre libros

Estos días dejé quieto el otro libro de Jo Nesbo que ya había comenzado y me tomé un descanso del policial nórdico. Ahora estoy rodeada de volúmenes que hablan de escritores.

Toni Morrison
Después de releer algunos cuentos de Faulkner sentí la necesidad de volver a las conferencias de Toni Morrison en Playing in the Dark. No analiza la literatura racista o no racista en EEUU, sino que tiene un punto de vista muy interesante sobre cómo ha influido en los autores la presencia de una masa de personas de origen africano, llevándolos a crearla, inventarla y fabricarla. Ella considera que la mirada de los/las escritores sobre esa población es central para entender la literatura norteamericana y es un placer leer su crítica sobre cómo se estudian libros de Henry James, Willa Cather o Faulkner.  Lo más revelador me pareció su estudio sobre Poe.

Shakespeare
También releí Hamlet y volví a Bloom para recordar lo que escribía sobre el triste príncipe en su Invention of the Human, donde analiza todo Shakespeare. Como si fuera poco, me traje de la casa de una amiga la biografía de Peter Ackroyd. Nunca la había leído y no me puedo despegar del libro. Comencé por el medio leyendo sobre la construcción de Otelo y Desdémona, me entusiasmé y ya empecé por el principio como se debe.  Me gusta como mete a William en la ciudad, en los líos político-religiosos, en parte de la historia de Inglaterra. La lectura es muy entretenida y además se aprende mucho.

Harold Bloom
Recién me llegó hoy Novelists and Novels y no se cómo hacer para no leer todo al mismo tiempo. Analiala,  entre las autoras analizadas está Carson McCullers en The heart is a lonely hunter. Lo abrí como veinte veces, pero aun no leí nada, solamente el índice.

Camille Paglia
Adoro su libro Sexual Personae. Volví a él para leer el capítulo donde se refiere a Dorian Gray: "The beautiful boy as destroyer".

Espero vencer la ansiedad de picotear en todos ellos al mismo tiempo. EK

lunes, 16 de agosto de 2010

Margaritas


En tres semanas me voy de viaje. Cuando terminé Sea of Poppies me avivé de que voy a ver a un amigo que hace un año me regaló un libro que nunca leí: Le marin de Gibraltar, de Margarite Duras (sí, lo estoy leyendo en francés; en español debe ser algo como -oh, misterio- El marinero de Gibraltar). Así que acá estoy, expiando mis culpas.

Siempre se me entreveraron las dos Marguerites: Duras y Yourcenar. Una vez mi vieja apareció con la versión traducida por Cortázar de Memorias de Adriano y no le di bola. No sé, creo que fueron mis prejuicios por el género de las biografías, auque el hecho de que estuviera traducida por Jules hizo que quedara en el limbo de los libros que algún día iba a leer. Al final terminé leyéndolo prestado en Francia, sin la traducción del compañero argentino. Me acuerdo de los chusmeríos de Roma, de una parte medio mística en un lugar extrañísimo en donde se sacrificaba el amante o algo así de Adriano (un hombre, by the way). También me acuerdo de cuando habla de la esclavitud con una cabeza medio contemporánea que sonaba un poco rara, y de cómo se preparaba para la muerte y elegía a su sucesor. Ah, y de su mujer, a la que no le daba ni cinco de bola. Relacionándolo un cacho con Sea of Poppies, lo bueno en Memorias de Adriano es que no existe una pretensión didáctica, o al menos no es tan evidente.

Volviendo al marinero y a la Duras: el libro tiene una introducción que nadie pidió en la que, sin avisarte, te cuentan TODO el argumento. Marguerite, decime por favor que no tuviste nada que ver con esto porque perdés varios puntos. Así que bueno, ya sé de qué va la historia (un tipo con un laburo de mierda y en una relación de mierda, totalmente sepultado por la apatía y medicoridad de su vida, larga todo en el medio de un viaje a Italia por una mujer que persigue un amor imposible. O algo así). Recién voy 50 páginas, on verra.

martes, 10 de agosto de 2010

Amapolas II

Bueh, lo terminé. El final es pura acción, me hizo acordar a las novelas de Larsson (y además Sea of Poppies también es una trilogía, aunque inconclusa: esta es la única parte publicada). El libro falla un cacho en las historias de amor, que no siempre son creíbles. Me hizo acordar a una nota del NYT que alguien puso en Twitter hace poco sobre la decadencia de las comedias románticas: "I can’t remember the last time I saw two people really falling in love in a movie. Now all we get is the meet cute, a montage, a kiss, then acoustic song into fade out". Acá pasa un poco lo mismo con Zachary (el chico, un gringo bonachón, bastardo de madre negra y padre blanco, que se embarca como carpintero en Baltimore) y Paulette (la chica, una especie de buen salvaje pero avivadita). Los personajes son más o menos estereotipados (me hago acordar a mí misma a los 16, cuando TODO era estereotipado) y ahí la lectura rechina un poco. Además, hacia el final, me empecé a paspar con analogías y metáforas del destino.

Está también el tema de lo didáctico. En mi cabeza hay como una oposición pelotuda entre lo didáctico y lo estético (sí, ya sé, suena medio grandilocuente, sorry). Algo así como que Faulkner hablando del sur de EEUU sin dar muchas explicaciones es la mejor manera de entender qué carajo pasó. Yo no sabía un sorete sobre la guerra del opio y sobre la vida en la India colonial de principios del siglo XIX. En términos prácticos la novela rinde: es súper entrenida (lo cual es un valor en sí mismo) y, de yapa, aprendés un montón.

sábado, 31 de julio de 2010

Amapolas


Va este post rapidito porque me muero de la ansiedad de estrenar el blog. Estoy leyendo Sea of Poppies, del indio Amitav Gosh (en español se llama "Mar de amapolas"). Empecé a leer libros en inglés y francés meramente por una cuestión didáctica y ahora me convertí en una fetiche insoportable que no lee traducciones, aunque muchas veces no entienda un sorete. Sigo con el libro: lo empecé a leer hace poco, a regañadientes. Mi prima me lo prestó hace unos meses y me perturba tener libros prestados en la vuelta. Digo a regañadientes porque tiene 500 páginas y, definitvamente, no es muy rutina-laboral-friendly. Cuestión que después de que pasé las primeras 50 páginas me recontra enganché. Es como un culebrón increíble en la previa a la guerra del opio. Sigue a varios personajes que van a coincidir en un viaje en barco a las Islas Mauricio. Ya pasé la mitad, después chusmeo más. Es una historia re bien contada y hace que me reencuentre con el placer de las novelas policiales. Ampliaremos.

Nemesis

Bueno, aquí va para comenzar el blog. Terminé de leer Némesis, del noruego Jo Nesbo. Me gustó muchísimo como encara a los personajes, la trama y me tuvo enganchada todo el tiempo. Pero, al final me desilusioné: ¿que necesidad tenía de contar a sus colegas todo lo que había pasado para que entendiéramos? Nesbo, no lo hagas más. Igual te quiero. EK.