miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cortázar y Onetti

Esta foto va de regalo para archiduquelee por la nota que escribió sobre El perseguidor en el blog Club de Catadores. Saludos desde Sin Rigor. EK

martes, 23 de noviembre de 2010

El hombre de los círculos azules - Fred Vargas

Fred Vargas es una escritora francesa que descubrí hace poco, lamentablemente. Solamente leí este libro que me gustó muchísimo. Es un policial diferente que se desarrolla en París, donde el comisario Jean-Baptiste Adamsberg lleva adelante una investigación que comienza cuando alguien dibuja en diferentes puntos de la ciudad grandes círculos con tiza azul.

Desde el inicio Adamsberg llama la atención, por su forma de ser suave y por el caos de su cabeza que le lleva a rechazar los métodos de investigación habituales. El sabe que tiene que esperar que algo venga, que algo se le ordene en su interior. Mientras, dice "no sé", "aun no lo sé", lo que puede llegar a exasperar a su colaborador Danglard. Como se conoce a sí mismo, se apoya en quienes tienen otra forma de investigar, los respeta y los oye, pero él está sumido en sus sensaciones y deja que éstas fluyan mientras nosotros, o al menos yo, lo acompaño encantada. Es que el pobre no puede andar diciendo a cada rato lo que tiene en la cabeza, que unas veces es nada y otras una serie de intuiciones sin pruebas de ningún tipo.

Casi al final, antes de ir a la comisaría para darle punto final a la investigación, Jean-Baptiste nos entretiene con su fastidio sobre la ropa. Y lo copio por una razón: yo muchas veces me siento igual.

"Lo que me gustaría es encontrar un atuendo universal. Entonces compraría treinta ejemplares y ya no tendría que preocuparme del problema de la ropa hasta el fin de mis días. Cuando le expliqué eso a mi hermana, lanzó un grito. La sola idea de un atuendo universal le espanta.

Me gustaría encontrar un atuendo universal para no tener que preocuparme por eso."


Y un poco más adelante, ya en el trabajo, se sienta a coser el bajo del pantalón, tarea que realiza muy bien mientras Danglard lo observa.

Los otros personajes son todos interesantes. Mathilde con sus pequeños "ataques metafísicos", el ciego Charles (tan hermoso que llama la atención), la vieja Clémence, el amor o amores del comisario, etc. @ElsaKito

Título original: L'homme aux cercles bleus
Ediciones Siruela

lunes, 15 de noviembre de 2010

Un arma en casa

Tenía pendiente a Nadine Gordimer y compré Un arma en casa en la librería de Piriápolis: "Lleve 3 por $250". La leí el fin de semana y me quedé dándole vueltas a la novela, pensando por qué no me había atrapado como yo quería que lo hiciera. Pensamiento bobo si los hay. Me gustó y no tanto. Es lo que puedo decir sin mucha explicación.

En la Sudáfrica post-apartheid los protagonistas son una pareja de profesionales de clase media, su hijo arquitecto y un abogado, negro. El motor de la historia arranca cuando un amigo del hijo, mensajero de males (¡Adivino de males!,dirían en la Ilíada) les avisa que el arquitecto mató de un balazo en la cabeza a otro amigo. "Algo terrible ha pasado", y eso da pie a una larga reflexión de Gordimer sobre la sociedad sudafricana, la violencia de todos los días vista con indiferencia en la tele (¿parecido a Uruguay?) y como la vivís cuando de golpe se te instala en tu casa. La vida aletargada de la pareja cambia para siempre mientras tratan de comprender, durante todo el libro, por qué su hijo pudo llegar a matar.

Ellos reflexionan, van descubirendo cómo era la vida de ese hijo con el cual tenían una relación lejana aunque no se dieran cuenta: en realidad no sabían nada.  Contratan a un abogado negro muy competente, lo que pone más interesante la historia. Con estos componentes la novela se mete en la realidad política del país inmediatamente después de las elecciones que finalizaron con el apartheid y  con los efectos que éste tuvo en las personas, blancas y negras.

Tiene momentos muy interesantes, por ejemplo cuando la pareja es invitada a una cena en la casa del abogado. Allí se encuentran con una familia extendida donde no se sabe bien quién es quien, sin protocolos, muy diferente a la de ellos. Los comentarios de la pareja sobre el abogado y los pensamientos del abogado sobre la pareja, también son ilustrativos. Tal vez el libro tiene demasiada disertación moral, que se repite, o un distanciamiento que no logró entusiasmarme totalmente. No lo sé, pero igualmente se los recomiendo. @ElsaKito

sábado, 13 de noviembre de 2010

Flower power


Bueno, es un hecho. No tengo personalidad. @ElsaKito me dice que pare de estudiar y escriba algo y acá estoy, cumpliendo con sus órdenes.

El jueves de noche terminé "Desayuno en Tiffany's", apagué la luz y cerré los ojos. Varios minutos y diez mil vueltas en la cama más tarde prendí la portátil y volví a a agarrar el libro. En mi edición venían tres cuentos de yapa y, si bien suelo dispararles a los cuentos, decidí tentar al sueño con algunas líneas de "House of Flowers" (el cuento que sigue. Sí, lo leí en inglés también, pero Capote es claro y no es un suicidio leerlo en el idioma original).

Lo de mi fobia a los cuentos viene por la menos noble de las razones: se me cae un huevo. Entre diez cuentos de quince páginas y un ladrillo de 1000 no lo dudo un segundo: me agota el esfuerzo de ubicarme en el contexto, la situación y los personajes varias veces en un mismo libro. Prefiero conocer la historia, la época y el oscuro pasado de los protagonistas de una buena vez y dejar pasar las páginas sin preocuparme por entender si el narrador es omnisciente, de salud mental dudosa o un asesino serial.

Cuestión que me quemó un poco la cabeza que hubiese TRES cuentos después de la historia de Holly y Truman (además de vaga soy estructuradita y esto de una nouvelle y algunos relatos extra no es para mí). No daba dos mangos cuando, anestesiada por el insomnio, empecé a leer este cuento que, oh sorpresa, se desarrollaba en Haití. Y ahí pasó. No pude parar hasta terminarlo. Ta, no es muy largo, pero generalmente en ese estado y a esa hora soy incapaz de concentrarme en más de tres palabras seguidas. No sé, capaz que lo leo de vuelta y no me mueve ni un pelo pero me sentí totalmente atrapada por el virtuosismo del escritor, por su técnica maravillosa. Como cuando hace poco, en un ataque de nostalgia, miré a Nadia Comaneci en YouTube y me quedé con la boca abierta por un rato.

Generalmente la técnica me importa tres pepinos: busco una historia que me conmueva y poco más. Cuando tenía catorce años mi profesora de literatura me habló de la perfección de "A la deriva". ¿Y a mí qué carajo me importaba si lo único que quería era llorar con una buena historia de amor y revolución? (Sí, adivinaron, tenía 14 y leía a Isabel Allende). El jueves, diecisiete años después, entendí de lo que me estaba hablando.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Policial nórdico 2 - Asa Larsson

Asa Larsson

A Sam Spade y a Marlowe lo peor que les podía pasar en California era morirse de calor o empaparse con la lluvia. En el Artico, si meás a la intemperie hacés una escultura y si se vuela tu gorro se te congelan las orejas y tal vez te las corten. Pero no todo es tan horrible, la autora te transmite también el enorme placer que se siente al revolcarse en la nieve, jugando.

Leí tres libros de la sueca Asa Larsson: Aurora Boreal (Seix Barral), The Blood Split (Sangre Derramada, Random House) y The Black Path. No se qué título en español le pondrán al último, tal vez algo así como Sendero Oscuro  o El Camino Negro. Asa no tiene parentesco con el autor de Millenium, Stieg Larsson.

En los tres son protagonistas la abogada Rebecka Martinsson y la peculiar policía Ana-María Mella. Tengo entendido que hay dos más con los mismos personajes, pero aun no los encuentro. Se agradece información.

Todos me gustaron y los leí de un tirón. Perdón, de un tirón no; suspendí la lectura para ver cómo era Kiruna, al Norte de Suecia, las casas, fotos de la aurora boreal, información sobre los Sami, sobre los lobos y los ríos helados con sus trineos. Una vez hecho esto, seguí con la lectura sin parar.

¿Por qué me gustaron? Porque en estos libros, además de estar bien escritos, los personajes son diferentes a los habituales del género. Una policía con varias responsabilidades caseras y muchos hijos. Ropa, cocina, lavados, desorden, poca ayuda, etc. Reconocible y cercana. La abogada, Rebecka, abusada de joven, insegura pero también fuerte aunque tal vez no se de cuenta. El resto, también es interesante: hombres y mujeres que viven en una zona helada, que son menospreciados por los suecos del Sur. Aprendemos que el término "lapones" con el que se denominaba a los indígenas de la zona tiene un significado peyorativo (mendigo, inculto, tonto). Ellos siempre se denominaron Sami, y ahora es así cómo se los nombra oficialmente.

Los dos primeros títulos tienen mucho que ver con comunidades religiosas y es llamativo para una uruguaya descubrir que recién por la década de los '90 del siglo pasado la iglesia sueca (luterana) comenzó a ser separada del Estado. Rebecka trabaja en Estocolmo y vuelve a su Kiruna natal porque asesinaron en la iglesia a un pastor, hermano de una amiga. Mientras se prepara para aterrizar ya nos muestra un poco de lo que vendrá: "Mi ciudad, pensó, con una extraña combinación de nostalgia, alegría, ira y miedo al volverla a ver".

La trama es compleja y los personajes también, ninguno es lineal. Hay corrupción económica y de las otras en esas iglesias cerradas como sectas y además, entendemos por qué es así. O sea, que aprendemos un poco de historia contemporánea. Al menos yo, que del Norte de Suecia no sabía nada. En algunos capítulos del segundo título los personajes son una loba (Yellow Legs) y su manada, que acompañan las idas y venidas de esa comunidad de seres humanos, tan complicada como todas.

Finalmente, The Black Path deja de meterse con la iglesia para entrar en los grandes negocios e inversiones en Africa, con unos personajes inolvidables: Kallis y dos bellísimos hermanos, sus empleados, un hombre y una mujer. Desde el comienzo, ella aparece muerta en una especie de cabaña. La encuentra un pescador que sale de la suya a orinar (esas cajas que usan para pescar, haciendo un hoyo en el hielo), hace pis y el arco que produce se congela inmediatamente en el aire mientras a su cabaña se la lleva el viento. Cuando se refugia en otra, encuentra a la muerta: "Sus ojos estaban muy abiertos y se habían congelado, por lo tanto estaban completamente blancos, como un vidrio opaco”.   EK

martes, 2 de noviembre de 2010

Las chicas B: Emilia


Tenía "Cumbres borrascosas" en la mira desde hacía varios años. La primera vez que leí algo fue en la prueba de ingreso de traductorado (un fragmento re cortito) y no entendí mucho qué carajo estaba pasando (era una de las primeras escenas, en las que el fantasma de Cathy trata de entrar a la casa y termina con el brazo cortado). Después, en clase, Lindsay nos contó la historia. Yo me esperaba algo bastante lineal y un final feliz pero la cosa se complicaba: había amores no consumados, una cobarde, un tirano medio sádico, incesto, muertes, fantasmas, maldiciones transmitidas de generación en generación.

Cuestión que, con el cholulismo que me caracteriza, me lo compré en inglés. Y en las primeras 50 páginas no entendí un sorete. Entre el dialecto del mayordomo (bueno, no es mayordomo... es el "sirviente"), la historia que va para adelante y para atrás, los fantasmas que están pero no están... un lío, che. Igual seguí y cuando más o menos entendí de qué venía la cosa me re copé. Me gusta que la historia de amor sea retorcida y complicada y mezcle vivos y muertos, camas y tumbas. Me gusta que los personajes sean moralmente ambiguos, que sea todo complicado, que haya miles de cosas que no cierran, que todo sea tan inexorable y que los personajes estén tan jodidos desde el vamos. Todo esto y mucho más en cuadradito mínimo de pasto, en un fragmento de campo totalmente agobiante y del que no parece haber mucha salida posible.

No sé por qué me atrae tanto este argumento truculento y claustrofóbico. Quizás el hecho de que sea tan difícil de clasificar, tan complejo, tan irreductible. No termino de creerme lo de la historia de amor. Me parece que es una mentirita, una excusa de la que se agarra Emilia para liberar a semejante séquito de monstruos, gárgolas y arpías. Increíblemente humano, por supuesto.