martes, 28 de junio de 2011

La voz - Arnaldur Indridason

Cuando una lee La situación de la clase obrera en Inglaterra, de F. Engels, se hace una idea de lo que que fue aquel Londres de desarrollo industrial salvaje. Pero cuando leemos a Dickens nos enteramos de más detalles de la vida de la gente, de los niños, las mujeres, el funcionamiento de la justicia, los orfanatos, el funcionamiento de la "caridad", la mugre y la falta de higiene en la ciudad, los abusos, y un largo etc. Para mí el libro de Engels y los de Dickens son una unidad, uno no puede estar sin los otros.

¿A que viene esto? Pensamientos volados que me vienen luego de leer tres libros de Arnaldur Indridason (Las marismas, La mujer de verde y La voz). ¿Qué sabía yo de Islandia? Nada. Solamente que hace muy pocos años la gente salió a la calle, cambió al gobierno, decidió no pagar la deuda y comenzar una nueva etapa luego de haber sido saqueada por unas dos decenas de banqueros y afines (Ver artículo de El Pais de Madrid) .

Era uno de los países más desarrollados del mundo, asistencia sanitaria para todos y educacion gratuita en los tres niveles. Pero recién me entero que su población no pasa de más o menos 350.000 personas. ¿Se imaginan? En Montevideo decimos "que todos nos conocemos" y somos un millón y medio.

Son raros los islandeses (para nosotros, tal vez), pero gracias a Arnaldur pude entender varias cosas sobre ese pueblo rodeado de marismas, hielo y montañas. De pocas palabras (Clint Eastwood estaría encantado) y de una honestidad que por estas latitudes parece naif a pesar de los banqueros (que son iguales en todo el mundo). A pesar de esas bondades, leemos sobre una comunidad muy cerrada y emparentada, con problemas de drogas y violencia de género.

En La voz me llamó la atención, más que en otros libros, la explícita enorme dificultad para comunicarse o hablar de los problemas o sentimientos propios. En comparación, nosotros parecemos papagayos. Y en este tema tiene importancia la naturaleza que los rodea y también la historia. El personaje principal, Erlendur, logra finalmente hablar sobre la muerte de su hermano cuando eran pequeños. Sucedió en una tormenta de nieve donde se perdieron y casi mueren los dos. Murió el menor y eso marca su vida en los tres libros que leí. Pero cuando se lo cuenta a una mujer que casi no conoce y le pide perdón por no haberlo hecho antes y considerarse deshonesto por ello, te sorprendés que un hombre tan reservado piense así. Es la buena escritura de Indridason. Un aspecto interesante es el humor, o tal vez el sarcasmo, que no estaba presente en otros libros.

La literatura nos lleva a mundos que no podríamos conocer de otra forma si no vivimos en ellos. 

La Mujer de verde ya lo comentó Elena en otro post.  Yo recomiendo también los otros dos para acercarnos a ese país y ese pueblo y compartir con un excelente escritor cómo se vive en Islandia.  ElsaKito

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