sábado, 11 de diciembre de 2010

Policial nórdico 3 - Jo Nesbo

THE REDBREAST (Jo Nesbo)
Después comerme en inglés las 520 páginas del libro, hoy me enteré que está traducido al español.  No se si en Uruguay se encuentra, pero por lo menos existe.

El detective Harry Hole es más parecido a Sam Spade que a Wallander, pero con preocupaciones similares a las de Mankell y Stieg Larsson. Si bien en los dos úlimos autores las secuelas de la Segunda Guerra Mundial están presentes,        en El Petirrojo (The Red Breast) es el tema de ayer y de hoy.

El hoy tiene que ver con jóvenes soldados noruegos, ahora viejos, que fueron al frente ruso en 1942 para luchar contra los bolcheviques incorporándose a las Waffen SS y participando del sitio a Leningrado (para mi sorpresa allí también había australianos). La novela a veces nos lleva a las trincheras heladas en la URSS donde comenzamos a conocer a esos soldados, y luego en varios capítulos estamos en la Oslo de hoy.

Al igual que en Larsson y en Mankell, están presentes los neo-nazis actuales, que son tratados por Nesbo con igual desprecio que sus colegas suecos: aquí ningún nazi "de verdad", de la vieja guardia, ningún soldado de la Wafen SS se raparía ni andaría mostrando sus tatuajes con la esvástica, ni andaría por ahí disfrazado. Esos son idiotas a veces útiles para trabajos sucios, los verdaderos son invisibles y a veces están en el poder.  Más o menos así piensan en el libro los viejos noruegos que sobrevivieron al sitio a Leningrado

Es cierto lo del "trabajo sucio" de los skinheads,  o que sus actividades cuando están aburridos son el andar con un bate de baseball  buscando inmigrantes. Todo esto hace recordar bastante a El regreso del profesor de baile, de Mankell.

Pero en realidad lo que la novela nos quiere mostrar es una Noruega hipócrita,  pasiva durante la II Guerra, con políticos corruptos, con un rey despreciable para algunos noruegos, que se escapó al exilio y después volvió aclamado como si hubiera hecho algo positivo. Además,  se nos aclara especialmente que la resistencia a los nazis, que fue mínima durante la ocupación,  se magnificó por quienes escriben la historia oficial.

En este panorama, escrito de forma apasionante, los personajes se desenvuelven,  van y vienen junto a Harry Hole,  detective alcohólico y fumador, desordenado y emboscado, que no sabe bien qué pasa mientras nos cuenta una parte de la historia de Noruega.

"Yo tenía esperanzas de que el príncipe tirara un balde de agua fría sobre los llamados buenos noruegos, quienes habían estado sentados como espectadores pasivos durante cinco años sin levantar un dedo por ninguno de los dos bandos, esos que ahora gritan pidiendo venganza contra los traidores", piensa uno de los noruegos soldado de la Wafen SS una vez terminada la guerra..

También nos enteramos por medio de un detective austríaco, cuando Harry tiene que hacer un viaje a Viena, que "Austria es un país un poco particular. Aquí no celebramos el día que Hitler capituló, sino que celebramos el día que los aliados dejaron el país." (traducción libre mía).

Creo que tendremos más novela nórdica por bastante tiempo, por suerte.  Al pasado siempre hay alguien que lo trae para entender el presente.

Y para terminar, les cuento que cuando Harry se enamora, se enamora de verdad y  te lo creés. De duro y casi sin palabras, de golpe te sorprende contándote que se le sale el corazón y cómo se siente.

Ahora, me voy a leer algo de la historia de Noruega y de paso de Suecia. El odio de algunos noruegos a los rusos en la WW2, tenía que ver con el pacto Hitler-Stalin y también con el anticomunismo. Pero es más complicado, por supuesto que hay más cosas y vale la pena leerlas.

¡A no payar más EK, por favor!  Menos mal que este blog se llama Sin Rigor. Si alguien quiere aportar sus conocimietos, bienvenido/a sea.

 ElsaKito.

The Redbreast - El Petirrojo -  The Redstrupe

7 comentarios:

  1. APORTE DE WIKIPEDIA

    Durante la ocupación nazi, Noruega estuvo regida por una dictadura. Si bien la violencia no tuvo la magnitud de la ocupación en Europa Oriental, apareció la censura, hubo embargo de aparatos de radio, amenazas, detenciones y algunas ejecuciones de opositores (las más sonadas las de los pueblos de Televåg y Arnøy). Al perder Noruega a sus socios comerciales, hubo carencia y racionamiento de alimentos.

    Se dictaron leyes anti-judías que implicaron el hostigamiento de esa comunidad y la deportación de 767 de ellos a campos de concentración alemanes. Además hubo aproximadamente 44.000 presos noruegos en cárceles y campos de concentración, de los cuales unos 8.000 fueron deportados a Alemania y Polonia (el mayor número, unos 2.700, en el campo de Sachsenhausen).

    A Noruega llegaron más de 80.000 prisioneros de guerra; la mayoría, unos 75.000, procedentes de la Unión Soviética y el resto principalmente polacos y serbios. Bajo condiciones inhumanas, fueron utilizados como mano de obra en la construcción de defensas costeras y de campos de concentración.

    Unos 15.000 soldados noruegos participaron en el frente oriental al servicio de Alemania, en Finlandia y en la Unión Soviética. Serían conocidos como Frontkjemper (combatientes del frente).

    Luego de la capitulación de Alemania en 1945, sucedieron en el país una serie de eventos polémicos que consistieron de una purga política contra los que se consideraron "traidores a la patria". Por los cargos de traición y crímenes de guerra, fue declarada excepcionalmente legal la pena capital, prohibida por la Constitución. Fueron ejecutados 25 noruegos y 12 militares alemanes, y varios miles de ciudadanos noruegos fueron encarcelados bajo el cargo de colaboracionismo con los nazis. Entre los casos más controvertidos estuvieron las detenciones de enfermeros noruegos que trabajaron para la Cruz Roja Alemana y la reclusión de entre 3.000 y 5.000 mujeres que sostuvieron alguna relación sentimental con soldados alemanes; tanto ellas como sus hijos serían objeto de vejaciones y discriminaciones. Los prisioneros alemanes fueron sometidos a tratos inhumanos, contraviniendo lo previsto en las Convenciones de Ginebra.

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  2. Elsa, la verdad es que no sé un sorete de historia nórdica, si no te juro que te improvisaba una teoría al hilo. Me cae simpático ver a los nórdicos, tan progresistas ellos, criticados un cacho desde adentro y con alguna perspectiva histórica. Igual confieso que me muero de curiosidad por conocer las historias de sábanas de Harry.

    Y, por favor, mantengamos el espíritu de sin rigor. Bienvenidas sean todas las pavadas.

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  3. Siiii, tenés razón, a mí misma se me cayó una bola cuando me leí. Pero una no puede evitar lo que es: ¡ahora quiero saber todo lo que pasó en Noruega y en Suecia en la WW2! Pero no las generalides que se cuentan, sino la verdad. Voy a tener que viajar y hablar con Nesbo, que no me cae nada mal (ejem). @ElsaKito

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  4. Nada que ver con el asunto de la entrada, pero en algún lugar tenía que decirlo, porque la curiosidad me corroe el hipotálamo: ¿lo de "rigurosidad", ahí arriba a la derecha, es a conciencia y a propósito?

    Y ahora me asalta la vaga pero terrible sospecha de que es probable que ya haya preguntado lo mismo hace mucho tiempo. ¿Es así? ¿Ya lo había preguntado? ¿Tan jovato estoy?

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  5. Estimado Walter Ego, no entiendo la pregunta. ¿Está mal escrito "rigurosidad"? ¿Hay algún error sintáctico? Desasnanos, por favor. Y no te tomes muy en serio lo que escribimos acá.

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  6. No, no, no es que haya ningún error. Pasa que "rigurosidad" me sonó mal en ese contexto y pensé "¿por qué no 'rigor'?". Después se me ocurrió que "rigor" ya estaba en el nombre del blog y quizá no hayan querido repetirlo.

    De todos modos creo que "rigor" sería más apropiado que "rigurosidad", pero.

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  7. A mí me parece que Guillermo tiene razón. Si los socios están de acuerdo lo cambiamos. @ElsaKito

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